La pérdida auditiva no suele originarse de forma brusca, en la mayoría de las ocasiones de desarrolla a lo largo del tiempo. Este hecho, propicia que desde que se detectan los primeros indicios hasta que se acude a un especialista puede pasar mucho tiempo.

Desafortunadamente la pérdida de audición no desaparece y no mejora, salvo que sea causada por una afectación temporal. No tratar la pérdida de audición puede tener importantes consecuencias.

¿Por qué las personas retrasan el tratamiento de la pérdida auditiva?

Para algunas personas, darse cuenta de la pérdida auditiva es sinónimo de envejecimiento. Realmente, la pérdida auditiva relacionada con la edad es uno de los tipos más comunes. Es casi inevitable la OMS indica que a partir de los 70 años se tenga algún tipo de pérdida auditiva.

Aunque en la actualidad, se está observando un incremento importante en los casos de pérdida auditiva en personas más jóvenes. Se atribuye ese aumento al uso de auriculares a un volumen alto durante largos periodos de tiempo.

Otras personas retrasan la asistencia al audiólogo porque piensan que los audífonos no le van a ayudar mucho. Es posible que hayan escuchado historias de personas que usan modelos de audífonos antiguos con frecuentes problemas técnicos. La nueva generación de audífonos ha solventado todos estos inconvenientes, ofreciendo un sonido natural de alta calidad, baterías recargables, conectividad con teléfonos, televisión, etc.

Algunas personas piensan que se las arreglan bien solas, sin necesidad de tratar la pérdida auditiva. Aunque estas personas puedan pensar que pueden vivir bien sin ayuda, vivir con una pérdida auditiva no tratada puede tener consecuencias para muchos aspectos de la salud.

Consecuencias de no tratar la pérdida auditiva

La pérdida auditiva puede afectar tanto a niños como a adultos. No tratar la pérdida auditiva en niños tiene consecuencias muy importantes sobre el desarrollo del lenguaje, las aptitudes cognitivas y su desempeño escolar.

La pérdida de audición no tratada en adultos se relaciona con una serie de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares y diabetes. No es que la pérdida de audición cause estas patologías, pero sí están altamente relacionadas en estudios médicos.

Existe también una relación entre la pérdida auditiva no tratada y diversos problemas de salud mental. La falta de comunicación induce problemas de relación, aislamiento, ansiedad y depresión.

Cuando la comunicación se dificulta por la pérdida de audición y no es posible mantener conversaciones fluidas, se detectan tasas más altas de demencia y deterioro cognitivo.

Las estadísticas apuntan a que quienes tienen pérdida auditiva no tratada tienen más posibilidades de sufrir demencia y Alzheimer.

La pérdida auditiva no tratada conduce a la privación auditiva

Los oídos son el medio por el cual el sonido llega a nuestro cuerpo. Sin embargo, estos sonidos no significarían nada si el cerebro no los interpretara.

Cuando una persona experimenta pérdida auditiva, la cantidad de sonidos que llegan al cerebro va disminuyendo. La falta de estímulos sonoros origina, que las áreas del cerebro responsables de interpretar el sonido dejen de usarse, por lo que se atrofian.

El deterioro cognitivo que se produce por la falta de estímulos auditivos al cerebro es un efecto secundario de la pérdida auditiva no tratada.

Pasos para el tratamiento de la pérdida auditiva

Si no desea seguir conviviendo con los efectos negativos de la pérdida auditiva no tratada, ¿por qué no hacer algo al respecto HOY?:

1. Programe una valoración auditiva. La evaluación auditiva determinará si existe pérdida auditiva y de que tipo y grado es. Factores que influirán en la elección del tratamiento.

2. Atienda las recomendaciones de su audiólogo. Basándose en su evaluación auditiva, podrá recomendarle las mejores opciones de tratamiento para usted.

3. Actitud positiva y expectativas realistas. El uso de audífonos requiere un periodo de adaptación y su cerebro tendrá que acostumbrarse a escuchar de nuevo. Tenga paciencia y úselos todo lo que pueda para una adaptación más rápida.